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martes, 11 de febrero de 2014

CONOCER EL CEREBRO

Neurociencias y educación

Si algo me gusta es LEER. Leer sobre todo de ciencia y de los científicos. Me inició mi padre con sus libros en la biblioteca de casa. Uno de mis favoritos a los doce años (1962) era LOS CAZADORES DE MICROBIOS, que aún conservo, publicado originalmente en el año 1926. He mantenido esa curiosidad por aprender en la que sigo, y seguiré, mientras "mi cerebro no me engañe".

En todo caso, he tenido la suerte de rodearme de personas maravillosas que me han ayudado a continuar el aprendizaje que inicié en la escuela. Por ejemplo, en el año 1990, tuve la suerte de que me regalasen un libro EL UNIVERSO DE LA MENTE, de Denis Postle (Paza & Janes Editores S.A., 1990) y, junto a otro libro que leí en los ochenta LA PERSONALIDAD CREADORA, de Antonio Blay (Ediciones Dharma, 1963), marcaron mi percepción de cómo se adquiere el conocimiento. Sin duda, ello me ayudó en mi trayectoria tanto personal como profesional.

En el año 2000, ¡otro regalo! leí EL CEREBRO NOS ENGAÑA, de Francisco Rubia y, desde entonces, soy lectora habitual del doctor Rubia, al que considero un extraordinario comunicador de conocimientos científicos. De él he aprendido a cómo puedo comprender mejor las conductas propias y ajenas. En el trabajo que él dirige (que dejo enlazado abajo) publicado por la Agencia Vasca de la Innovación en el años 2010, se pone de relieve la importancia del aprendizaje permanente, por supuesto, de la permanente puesta al día de los docentes. De la GIMNASIA CEREBRAL que se puede leer en el libro mencionado EL UNIVERSO...(pagina, 191), he pasado a: 1.7.3. GIMNASIA CEREBRAL, del libro CONOCER EL CEREBRO:

Ya se ha apuntado que el cerebro se desarrolla paulatinamente en función de la estimulación recibida; también se ha comentado que la mayor parte de las conexiones se dan durante la infancia, la niñez y la juventud (aunque la capacidad de aprendizaje se desarrolle durante toda la vida).
Leer me ha llevado a escribir. A relatar y compartir experiencias en la Red, y en los libros que escribo. 

domingo, 9 de febrero de 2014

CIENCIA Y FILOSOFÍA HAN DE TOMAR LAS RIENDAS...

Ciencia y filosofía han de tomar las riendas de la educación del menor.

Llevo tiempo pensando en ello. Lo he hablado con algunos de los profesores de filosofía, ya en el primer curso de Filosofía y Humanidades que inicié en la Nau Gran (Universidad de Valencia) en el año 2011.

Me pregunto, cuáles son las razones para que no se inicie a los pequeños en la lectura del pensamiento filosófico tan relevante como lo es para el crecimiento integral de la persona.

Echo en falta el empuje necesario de los filósofos por acercarse a los niños, cosa esta que sí hacen los psicólogos y los pedagogos que asesoran y dirigen a la comunidad educativa, al menos, en nuestro país.
Echo en falta la creatividad de quienes han de ser "parteras" del pensamiento: los filósofos.
Entresaco dos textos del libro "Éticas de la escucha" del profesor Francisco Arenas-Dolz (REPROEXPRES Ediciones, 2014), en concreto, del capítulo dedicado a "Platon: Mayéutica y filosofía"; en su diálogo con Teeteto, Sócrates razona:
-Sufres los dolores de parto, Teeteto, porque no eres estéril y llevas el fruta dentro de ti.
Pensemos en los adolescentes que no encuentra razones propias y se pierden en la búsqueda. El tránsito de la adolescencia no podemos soslayarlo; las hormonas están ahí. Pero la preparación al "parto" puede marcar la diferencia.
-(...) Lo más grande que hay en mi arte es la capacidad que tiene de poner a prueba por todos los medios si lo que engendra el pensamiento del joven es algo imaginario y falso o fecundo y verdadero.
A mi parecer, ciencia y filosofía han de tomar las riendas de la educación infantil en nuestro país. Ello no implica que las aportaciones de pedagogos y psicólogos sean prescindibles. Pero pienso que la misión del filósofo es bien distinta puesto que tiene a la ciencia de aliada desde su nacimiento.

Es ahí, en la conexión "ciencia-filosofía" donde entiendo que hay que incidir ya desde la infancia. El joven de Platón (ayer) inicia hoy su andadura entre los seis y los nueve años. Lo que no podemos es dejar de hacer algo por pensar que no es viable para todo un grupo.
La cuestión es plantearse el cómo. Por ejemplo, cómo acercar a Platón al "pequeño-gran-espectador".
Hay que considerar la expectación del niño permeable a lo que oye y ve. Hemos de lograr que escuche y mire; esto es, comprenda y observe.

Por mi parte, como docente en el área de ciencia y tecnología, también como abuela, me preocupa (y trato de ocuparme en el libro Crecer en armonía) la deriva del pensamiento colectivo que parece llevarnos a un estado de agresividad total: física, gestual y verbal. Se aprecia en los mensajes, en la noticias, en las tertulias, en los libros más vendidos y en las películas del momento, etc. No quiero aburrir, deseo compartir.

Hoy comparto...

Ciencia y filosofía en vídeos de 60 segundos.




Los encontré en NAUKAS

sábado, 8 de febrero de 2014

CUESTIONARSE, INDAGAR Y COMPARTIR

Una magia espectacular, la lectura de la mente, tiene su punto de apoyo...

Los jóvenes (y no tan jóvenes) gustan de la magia por aquello de dejar volar la imaginación; en todo tiempo se ha podido disfrutar de unos instantes (más o menos duraderos) con aquellos que han utilizado los medios que tenían a su alcance para dejar boquiabiertos a un público proclive a creer sin cuestionarse e indagar por su cuenta.

Me gusta cómo cuenta José Ramón Alonso el caso de la yegua telépata. De alguna forma, los docentes competentes comprometidos en mostrar lo mejor y singular del ser humano, han (hemos) de aprender a cuestionar e indagar. Eso sí, para ello no queda otra que dedicarse a buscar fuentes fidedignas para aprender de quienes saben y, luego, compartir.

Tal y como se expresa en la descripción de este blog...

Aprendemos en la medida que somos capaces de cuestionarnos, de indagar y compartir, esto es: HACIENDO.

Lo