La consciencia de saberse ignorante... El gimnasio de la mente.
Una de las claves educativas consiste en proponer lecturas que propicien debates de encuentro con quienes nos han precedido y han dejado huella.
Ya sabéis que sigo el blog del Catedrático de Biología en la Universidad de Salamanca, D. José R. Alonso, y que traigo aquí algunas de sus entradas que pueden servir a los docentes en Secundaria y en los últimos cursos de Primaria.
La argumentación que requiere un debate enriquece al joven, tanto en el talante que ha de mediar en una conversación como también en la capacidad de atención en la preparación al diálogo y su puesta en común.
Hoy, cuando la idea de inmediatez abruma con la inconsistencia de la información, esa antigua mención a que "una mente sana requiere un cuerpo sano" podemos invertirla...
Un cuerpo sano requiere una mente sana.
Quien más y quien menos acude al gimnasio como instrumento de bienestar: nos vemos mejor y nos sentimos bien. Sin embargo el gimnasio de la mente no tiene a tanta gente inscrita; por algo será. Quizá tengamos que acudir a Ortega y Gasset para indagar sobre ello. Pero eso requiere otra entrada, ahora tan solo quiero resaltar la idea de una lectura discusiva..
La idea de utilizar la lengua con respeto en fondo y forma; la idea de sentir pasión por rebatir los desencuentros con argumentos objetivos; la idea de escuchar atento también al silencio; la idea de informarse sin los prejuicios del partidismo; la idea de aprender de los logros y fallos propios y ajenos; la idea de que el aprendizaje finaliza con nosotros...en la tumba.
La historia de san Alberto Magno, patrono de Ciencias, puede ayudarnos a comprender las luces y sombras que acompañan a la humanidad en su devenir.
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