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domingo, 9 de febrero de 2014

CIENCIA Y FILOSOFÍA HAN DE TOMAR LAS RIENDAS...

Ciencia y filosofía han de tomar las riendas de la educación del menor.

Llevo tiempo pensando en ello. Lo he hablado con algunos de los profesores de filosofía, ya en el primer curso de Filosofía y Humanidades que inicié en la Nau Gran (Universidad de Valencia) en el año 2011.

Me pregunto, cuáles son las razones para que no se inicie a los pequeños en la lectura del pensamiento filosófico tan relevante como lo es para el crecimiento integral de la persona.

Echo en falta el empuje necesario de los filósofos por acercarse a los niños, cosa esta que sí hacen los psicólogos y los pedagogos que asesoran y dirigen a la comunidad educativa, al menos, en nuestro país.
Echo en falta la creatividad de quienes han de ser "parteras" del pensamiento: los filósofos.
Entresaco dos textos del libro "Éticas de la escucha" del profesor Francisco Arenas-Dolz (REPROEXPRES Ediciones, 2014), en concreto, del capítulo dedicado a "Platon: Mayéutica y filosofía"; en su diálogo con Teeteto, Sócrates razona:
-Sufres los dolores de parto, Teeteto, porque no eres estéril y llevas el fruta dentro de ti.
Pensemos en los adolescentes que no encuentra razones propias y se pierden en la búsqueda. El tránsito de la adolescencia no podemos soslayarlo; las hormonas están ahí. Pero la preparación al "parto" puede marcar la diferencia.
-(...) Lo más grande que hay en mi arte es la capacidad que tiene de poner a prueba por todos los medios si lo que engendra el pensamiento del joven es algo imaginario y falso o fecundo y verdadero.
A mi parecer, ciencia y filosofía han de tomar las riendas de la educación infantil en nuestro país. Ello no implica que las aportaciones de pedagogos y psicólogos sean prescindibles. Pero pienso que la misión del filósofo es bien distinta puesto que tiene a la ciencia de aliada desde su nacimiento.

Es ahí, en la conexión "ciencia-filosofía" donde entiendo que hay que incidir ya desde la infancia. El joven de Platón (ayer) inicia hoy su andadura entre los seis y los nueve años. Lo que no podemos es dejar de hacer algo por pensar que no es viable para todo un grupo.
La cuestión es plantearse el cómo. Por ejemplo, cómo acercar a Platón al "pequeño-gran-espectador".
Hay que considerar la expectación del niño permeable a lo que oye y ve. Hemos de lograr que escuche y mire; esto es, comprenda y observe.

Por mi parte, como docente en el área de ciencia y tecnología, también como abuela, me preocupa (y trato de ocuparme en el libro Crecer en armonía) la deriva del pensamiento colectivo que parece llevarnos a un estado de agresividad total: física, gestual y verbal. Se aprecia en los mensajes, en la noticias, en las tertulias, en los libros más vendidos y en las películas del momento, etc. No quiero aburrir, deseo compartir.

Hoy comparto...

Ciencia y filosofía en vídeos de 60 segundos.




Los encontré en NAUKAS

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